#0.5
En un mundo gobernado por la sangre, no olvides revisar las sombras.
Ha llegado el amanecer de los vampiros, han dominado el mundo y los magos de sangre que los desafiaron, las únicas criaturas capaces de aniquilar a su especie.
Cuando un mago de sangre es liberado de las mazmorras, nada menos que por un hombre lobo, aumentan las tensiones en la corte vampírica. No se han visto hombres lobo en siglos, y un mago de sangre suelto podría significar la caída de los vampiros.
Ha sido tomada, entrenada y convertida en un arma letal. Las sombras son sus amigas, los vampiros su presa.
Ha llegado el momento de demostrar su valía: su primera cacería en solitario. Si falla, se arriesga a perder todo de lo que depende.
Cuando el Príncipe de los Vampiros se interpone entre ella y su presa, no tiene más remedio que buscar otro camino.
Pero él no es la única complicación.
¿Qué precio pagarías por la libertad?
#1
¿Qué dices cuando los vampiros no son lo más temido en la noche?
Nina Rodríguez se ha convertido en el arma más letal del mundo. Una maga de sangre entrenada por hombres lobo para cazar y matar sin remordimientos, sin moralidad y sin vacilación. Todo lo que importa es la emoción de matar y el peligro que conlleva.
Cuando recibe órdenes de infiltrarse y observar la corte de vampiros, no pudo rechazarla más de lo que podía dejar de respirar.
El dulce sabor del peligro fue suficiente para tentarla, y eso solo se duplica cuando el rey vampiro la elige como su esclava personal.
Él es una tentación para la que no estaba preparada, pero es peligroso, y su atención podría significar la muerte si no cuida su boca. Las palabras son armas en una corte de vampiros, armas para las que no fue entrenada.
Puede luchar contra cualquier enemigo, pero nadie la preparó para luchar por su alma.
#2
La muerte es una dulce liberación que esta maga de sangra nunca recibirá.
Nina Rodríguez preferiría morir antes que someterse, pero esa elección no es suya. Porque quien la mate recibirá su maldición de muerte, un destino peor que la muerte, y nadie está dispuesto a arriesgarse a eso.
Cuando salvó la vida del rey vampiro y su madre, no lo hizo por la gloria, pero sería una mentirosa si no pensara que significaría libertad. En cambio, todo lo que hizo fue revelar quién es: una maga de sangre, la criatura más temida del mundo.
Ahora, los vampiros que gobiernan el mundo la han tomado como esclava, para usarla como arma. Con ella bajo su control, no hay nada que no puedan hacer.
Pero no es el dolor con la que la amenazan, las mazmorras a las que la arrojarán de nuevo, lo que la mantiene a raya. Es el rey vampiro quien está dispuesto a cambiar todo en lo que siempre ha creído y es la clave de su cautiverio.
Sabe que no puede tenerlo, son enemigos hasta la médula, pero eso no impide que lo desee.
La muerte no la asusta. Es una jaula lo que ella teme. Pero algunas jaulas están hechas de algo más que hierro.
#3
Las sombras son su hogar y la muerte su única amiga.
Nina Rodríguez hará lo que sea necesario para sobrevivir. Sobrevivió a una vida encadenada en las mazmorras, superó el mundo de matar o morir de los cazadores y escapó del rey vampiro.
Pero, ¿de qué sirve sobrevivir si no tienes nada por lo que vivir?
Encontró esa respuesta en los brazos de una familia de personas como ella: magos de sangre. El anhelo de pertenecer en su corazón fue respondido, y ahora no hay nada que no haga para protegerlos. Son sanadores, no asesinos como ella, que no están preparados para manejar lo que se les presenta.
Sin embargo, quedarse y luchar contra los mitad vampiros, mitad hombres lobo que amenazan sus vidas conlleva un riesgo. Los vampiros de los que escapó la están persiguiendo y, si se queda, podría llevarlos directamente a su nueva familia. Sabe muy bien que un destino encadenada es peor que la muerte pero, ¿cómo puede tomar esa decisión por ellos?
Dondequiera que mire, hay otro enemigo, y el tiempo se acaba.
Pero esta maga de sangre tiene un truco bajo la manga que nadie esperaba. El rey vampiro.
Matar o morir, pequeña cazadora. Estás jugando con algo más que tu vida.