Veronica ve fantasmas. Más específicamente, el fantasma de su madre. Las imágenes secundarias de migrañas cegadoras causadas por el tumor cerebral que la mantiene al margen y consume toda su vida la persiguen, incluso mientras se pregunta si es algo más...
Sawyer, el Chico Dorado, es guapo y popular, un nadador y campeón estatal, pero su adicción a la adrenalina lo atrae hacia Veronica.
Una chica sin nada por lo que vivir y un chico con todo que perder: ¿podrán conquistar sus demonios juntos?